Segunda persona singular del presente indicative del verbo ser:
Tú estás.
¿Dónde?
En un clóset.
¿Por qué?
No es una historia complicada, tienes mucho tiempo para contarla.
Corres a través del corredor para que el soldado no te atrape.
Te trepaste a un anaquel, y te subiste a las puertas de arriba del clóset.
En realidad, la historia no empieza en el clóset.
Muchas cosas pasaron antes… Antes, incluso tenías una familia, ibas a la escuela, tenias amigos, ¿Recuerdas?
Pero empezó la guerra, y ahora tu estas en un clóset.
Primero, mataron a tu papá, le dispararon quién sabe de dónde, y su corazón dejó de latir.
Después, se llevaron a tu madre, la violaron y torturaron por días, y después de no haberla visto por una semana, no estás seguro si esté viva o muerta.
Pero nadie va a tocar a tu hermana, nació hace sólo unos días, y te prometiste que nunca nada le pasaría.
Tan pronto como tus padres murieron, escapas a la montaña con ella.
Por días solo has estado comiendo raíces y caracoles, y tu hermana está hambrienta, pero tu sabes que los soldados están dejando el área, y si puedes mantenerte unos 2 días mas, estarás completamente seguro.
Hay una gran casa abandonada en el bosque, y aunque nunca te atreviste a entrar ahí, tal vez halla comida adentro y es un buen lugar para esconderse.
Es tiempo de dejar esos miedos de niño, y madurar.
Recuerda que hay un soldado buscándote desde anoche, cayó en una de tus trampas en el bosque y se lastimó gravemente una pierna
Antes de que corrieras, viste sus pantalones empapados con sangre, y lo escuchaste gritar a lo máximo de su voz.
No se veía muy inteligente, pero está armado.
El hecho de que no sea inteligente y esté armado, lo hace verdaderamente peligroso.
El hecho es que estas en el clóset.
No muy grande, pero no muy pequeño.
Un clóset familiar.
La primera cosas que decides cuando entras, es esconder a tu hermana muy lejos de donde tú te vas a esconder.
Prefieres que te encuentren a ti en lugar de a ella, pero, claro, eso es estúpido.
Ella no es nada sin ti, tienes que sobrevivir, es absolutamente necesario.
¡Corres muy rápido!
Pensaste que tus pulmones iban a doler…
Tenías que ser fuerte, y lo fuiste.
Te gustó tu reacción en las circunstancias más críticas.
Te sentías como un pirata, un aventurero
Aquel capaz de siempre salirse con la suya de cualquier situación.
Fue simple mala suerte que el soldado te viera.
Se veía estúpido en lugar de no muy inteligente.
Alguien tan desorientado como tú, y tan perdido dentro de él como tú.
Piensas un momento en hablarle, decirle de tu hermana, rogarle que no la matara, pedirle perdón por lo que le hiciste, pero no lo haces.
Te cagas encima y eso te hace volver a la realidad.
Estás en una guerra, un soldado te quiere matar y tal vez esconder a tu hermana dentro de una chimenea no fue la mejor de las ideas.
Tú estás.
¿Dónde?
En un clóset.
Te quedas callado porque lo escuchas venir.
Shh.
No escuchas al soldado desde hace 3 horas y piensas que ya se ha ido, también escuchaste llanto lejano hace pocos minutos, eso te hace pensar en tu hermana, ya no escuchas el llanto, asi que piensas que está bien.
El soldado no la encontró.
Has ganado.
Sal del clóset, no hay peligro.
Te paraste sobre la sangre del soldado y te resbalaste.
La sangre que escurría de la herida que tú le provocaste.
Escuchas como pegas en el piso y tu médula espinal se pica con la tercera y cuarta vertebra de tu columna vetebral.
Cuando gritaste moviste el cuello, tu espina actuó como palanca y la columna se salió de su sitio...
No puedes caminar.
Piensas en rezar, pero en todo lo que piensas es en tu hermana.
Te preguntas si está bien, y en el silencio de la noche escuchas que llora.
En tu situación te empiezar a dar cuenta de lo que ha pasado en los anteriores días.
Y empiezas a entender sin siquiera entender nada.
Te preguntas quien de los 2 morirá primero, después lloras…
Te cagas otra vez, pero esta vez no lo sientes, no sientes nada.
Claro, es la guerra. Chinga tu madre Gadafi.